El Basket Castilla Simancas cayó en un emocionante partido ante el Baloncesto Villanubla, tras forzar una prórroga en la que faltó experiencia y control en momentos clave. A pesar de la derrota, el equipo mostró competitividad y dejó aprendizajes importantes para la temporada.

El pasado domingo, 27 de octubre, nuestro equipo, el Basket Castilla Simancas, disputó un emocionante encuentro contra Baloncesto Villanubla en el polideportivo de Zaratán. Llegábamos al partido con la motivación de romper una racha de cuatro derrotas consecutivas, decididos a cambiar el rumbo y demostrar una versión más sólida y competitiva. Nos enfrentábamos a un Villanubla que, para fortuna nuestra, contaba con una rotación limitada debido a la ausencia de algunos jugadores clave.

Inicio del Partido: Ajustes Defensivos

El primer cuarto comenzó con una defensa en zona que no terminó de funcionar como esperábamos, permitiendo a Villanubla adelantarse en el marcador con un 9-4. Sin embargo, ajustamos rápidamente a una defensa individual, lo que nos permitió cerrar el marcador hasta un 13-10 al finalizar el primer cuarto. Aunque íbamos detrás, las sensaciones mejoraban y se notaba un cambio de ritmo en nuestro juego.

Segundo Cuarto: Crece la Confianza

En el segundo cuarto, mantuvimos la intensidad y logramos ganar el parcial por un punto, gracias a una defensa más activa y a un juego ofensivo enfocado en contraataques. Al descanso, estábamos solo dos puntos por debajo en el marcador, con la confianza de que el equipo estaba en buena sintonía para dar la vuelta al resultado.

Tercer Cuarto: Ventajas Constantes, pero Sin Romper el Partido

Después del descanso, la dinámica siguió en la misma línea. Nuestro equipo consiguió tomar la delantera, aunque sin lograr despegarse de manera definitiva. Nuestras ventajas oscilaban entre dos y seis puntos, pero no logramos consolidar una diferencia que nos diera tranquilidad. A falta de cinco minutos para el final, nos encontrábamos cuatro puntos arriba, con el desafío de manejar esos últimos minutos de manera inteligente.

Últimos Minutos: Falta de Experiencia en Momentos Clave

Lamentablemente, la falta de experiencia de algunos jugadores en situaciones de presión nos pasó factura. Fallamos tiros libres cruciales, perdimos posesiones y el equipo se aceleró en lugar de jugar con calma, lo que nos llevó a una última jugada en la que defendimos sin precisión. Con tres puntos de ventaja y la indicación clara de no permitir un triple, el número 8 de Villanubla lanzó desde la línea de tres sin oposición, igualando el marcador y llevando el partido a la prórroga.

Prórroga: Falta de Concentración y Eficacia en Tiros Libres

En la prórroga, Villanubla golpeó primero con un triple y, a partir de ahí, nuestro equipo perdió la compostura. La frustración se reflejó en faltas innecesarias en rebotes ofensivos, lo que colocó a Villanubla en la línea de tiros libres, donde fueron consistentemente efectivos. La falta de concentración y la desorganización nos dejaron sin opciones al final del tiempo extra.

A pesar de la derrota, hubo aspectos positivos. El equipo compitió con coraje y mostró una capacidad para enfrentarse a momentos decisivos. Sin embargo, necesitamos mejorar en el control de juego en los minutos finales y en mantener la concentración en situaciones clave.

Esta derrota duele porque sentimos que el partido estuvo en nuestras manos. La lección está aprendida, y el enfoque ahora será en pulir esos detalles que nos permitan cerrar mejor los próximos encuentros.

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