José Antonio
No pudo ser. La euforia de la victoria se nos pasó en la rueda de calentamiento, cuando vimos a los chicos y chicas de Santovenia. Algunos de ellos medían como dos de los nuestros.
Además se emplearon con una intensidad defensiva extraordinaria, y totalmente innecesaria en un partido que ganaron muy ampliamente.
Nuestros pequeños pelearon con ilusión y ganas en un partido desagradable para ellos. Pero tienen coraje y amor propio. En estos partidos se aprende.
Al final dos canastas de Mateo y de Carmen nos alegraron el partido.
Así que ya solo nos queda un partido para acabar la competición, contra Iscar el próximo sábado. Hay que tratar de acabar con buenas sensaciones y después organizaremos algunos partidos o torneos para que los chicos sigan jugando.